El Camino de Santiago es una ruta que recorren los peregrinos procedentes de España y de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. Durante toda la Edad Media fue muy concurrido, después fue ligeramente olvidado y en la época actual ha vuelto a tomar un gran auge. El Camino de Santiago ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad; Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle mayor de Europa

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jueves, 15 de abril de 2010

Camino Vasco

El Camino Vasco del Interior ha sido, además de un eje xacobeo fundamental, la puerta de entrada al centro de la Península desde Irún en la época romana.


El Camino Vasco del Interior, conocido también por los apelativos de Bayona, del túnel de San Adrián o simplemente del Interior, ha sido, además de un eje xacobeo fundamental, la puerta de entrada al centro de la Península desde Irún en la época romana. Parte desde Irún, al igual que el de la costa, y se une con el Francés en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja).

Información sobre las 8 etapas del Camino Vasco

Etapa 1: Irún - Hernani
Etapa 2: Hernani - Tolosa
Etapa 3: Tolosa - Zerain
Etapa 4: Zerain - Salvatierra
Etapa 5: Salvatierra/Agurain - Vitoria/Gasteiz
Etapa 6: Vitoria/Gasteiz - La Puebla de Arganzón
Etapa 7: La Puebla de Arganzón - Haro
Etapa 8: Haro - Santo Domingo de la Calzada

Etapa 11: Lugo - Palas de Rei

El pasear tranquilo y en muchas ocasiones solitario del Camino Primitivo pronto toca a su fin. Palas de Rei ya es territorio acotado del Camino Francés.




Saliendo de la Rúa das Nórias nos despedimos de Lugo por la puerta de Santiago, donde una figura ecuestre del Apóstol mira hacia la catedral. Más abajo se cruza el puente romano sobre el Miño, zona muy frecuentada por los lucenses para correr y pasear, y así se llega al barrio de San Lázaro. Más adelante hay que dejarse guiar por los mojones tradicionales con su vieira y su kilometraje, ya que unas flechas amarillas dirigen los pasos hacia Friol y Sobrado dos Monxes, otra alternativa más para llegar a Santiago de Compostela.

La etapa se dirige hacia Seoane y San Vicente do Burgo, donde se puede tomar algo, al igual que en Mera de San Pedro, a dos kilómetros de San Román da Retorta. Aquí, en San Román, hay una iglesia románica del siglo XII y una réplica de un miliario romano presente en la calzada de Lugo a Iria Flavia, cuyo original se llevó a un museo. Al dejar la población - restan 15 kilómetros de etapa - el itinerario continúa por Santa Cruz da Retorta y Villamayor de Negral.

Etapa 10: Cádavo Baleira - Lugo

Con Lugo a tiro de piedra se traiciona el espíritu aventurero y se anhela la llegada a la ciudad




De forma inconsciente y buscando la seguridad de la gran ciudad, Cádavo Baleira se abandona en un ligero ascenso que pasa por Pradera y corona Vaqueriza. Un descenso por pinar nos lleva hasta el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, casi a la entrada de la localidad de Villabade. Aquí destaca su iglesia gótica, conocida como la catedral de Castroverde. Ésta es la siguiente población, y único lugar de avituallamiento de toda la jornada. Entre sus casas destaca la torre del homenaje de un antiguo castillo del siglo XIV.

Se continúa junto a la Iglesia de Santiago y el día continúa por un sendero. Ahora se transita por pequeños caminos que van uniendo las poblaciones de Souto de Torres, Vilar de Cas y Gondar. Hay que pasar por todas y prestar atención cuando se sale a la LU-530. La señalización no es del todo buena y después de pasar Carballido hay que cruzar la carretera y seguir hacia Manzoi.

Casas da Vina será la última localidad antes de divisar la milenaria Lugo, a la que se accede por el barrio de A Chanca. Tras cruzar el puente, el itinerario es el que sigue: Rúa da Chanca, Rúa y Carril de las Flores hasta el cruce con la calle San Roque. Aquí giramos a la derecha y entramo en el recinto amurallado bajo la puerta de San Pedro, junto a la cual hay una piedra donde se puede leer: "Por aquí entró el rey Alfonso II el Casto en el siglo IX, inaugurando el primer camino de Santiago". La primera calle a mano derecha es la Rúa das Nórias y aquí se encuentra el albergue de peregrinos. Fin del trayecto por hoy.

Etapa 9: Fonsagrada - Cádavo Baleira

Realmente la etapa comienza en Padrón, en el mismo albergue de peregrinos.




De nuevo, el itinerario va siguiendo el trayecto de la LU-530. A mano derecha pronto se encuentra la Fonte do Pastizal, que viene de perlas para llenar la cantimplora. El trayecto se interna de seguido por un pinar pero que, irremediablemente, conduce de nuevo hacia la carretera para enlazar de nuevo con otro camino.

Las diseminadas masas de eucaliptos que nos acompañaron en las dos primeras jornadas asturianas vuelven a hacer hoy su acto de presencia. Alternando entre sendas y carretera se llega a Vilardongo y continuando un par de kilómetros por el asfalto se coge un camino que llega hasta Montouto. Desde aquí a Paradavella es la parte más interesante del día, ya que el itinerario visita el antiguo hospital de Santiago de Montouto, del siglo XIV y que todavía a principios del XX seguía funcionando. En líneas generales hacían la función de los albergues de hoy en día.

Desde el alto de Montouto, a 1.050 metros, descendemos por un pinar hasta los 700 metros, altitud a la que se encuentra Paradavella. Aquí hay dos tiendas bar al borde de la carretera: Casa Villar y Casa García. La mejor opción después de reponer fuerzas es ascender por la carretera hasta Degolada y A Lastra. Hay caminos que evitan el asfalto pero es más recomendable ir con cuidado por el arcén, sobre todo en invierno y primavera cuando pueden estar embarrados. En A Lastra, una pista muy empinada surge a mano izquierda entre las casas y lleva hasta el alto de Fontaneira. La localidad del mismo nombre se encuentra más abajo y se atraviesa por la carretera. Las ganas de llegar hacen una parte final interminable, ya que aún restan seis kilómetros y el emplazamiento de Cádavo Baleira no permite verlo hasta que está bajo nuestros pies.

Etapa 8: Grandas de Salime - Fonsagrada

Llegando a la cima del puerto del Acebo, donde crece este arbusto, el Camino Primitivo se introduce en la provincia de Lugo. 145 kilómetros restan ya para llegar a Santiago




La etapa parte desde la Colegiata de San Salvador de Grandas de Salime y, siempre por caminos paralelos y por la propia carretera AS-28, se pasa por las poblaciones de La Farrapa y Cereijeira hasta llegar a Castro, pueblo con albergue juvenil y conocido por su poblamiento celta de Chao Samartín.

Pasado un kilómetro de Castro, la etapa pasa junto a la ermita de San Lázaro y sale de nuevo a la AS-28, a la altura de Gestoselo, para comenzar el tendido ascenso al puerto del Acebo. La subida es en gran parte por carretera y se hace muy monótona. Al llegar a Peñafuente se interna por una pista forestal pero pronto vuelve a la carretera para coronar. Tras pasar la venta, donde la señalización es bastante liosa, y ascender unos cientos de metros, se ve a lo lejos Consagrada, distante todavía unos 12 kilómetros. Hasta allí hay que pasar por Cabreira, Fonfría, Barbeitos y Paradonova. Salvo el primer tramo en largo descenso, el resto de la etapa discurre por pinares junto a la carretera.

Etapa 7: La Mesa - Grandas de Salime

Corta etapa caracterizada por el largo descenso que lleva al embalse de Grandas de Salime.




La jornada se inicia desde el albergue de peregrinos de La Mesa, y, en concreto, con una subida por pista asfaltada hasta Buspol que está flanqueada por los molinos que resuenan sus aspas con el viento. Pasando la granja de Buspol la vista se extiende hasta sitios insospechados. El camino no dejará de bajar durante muchos kilómetros. No en vano son cerca de 800 metros de desnivel hasta la misma presa. Al comienzo del descenso ya puede verse encajonado el embalse y el pueblo de Grandas en lo más alto y según vayamos avanzando Grandas de Salime irá desapareciendo de nuestra vista.

Se camina por una ladera rasa y despoblada y más tarde continúa por una pista que discurre por un pinar. Tras varios kilómetros por esta foresta, el camino se interna, tras girar a la izquierda, por un sendero que en otoño e invierno está alfombrado por grandes hojas de castaño. La senda llega hasta la misma AS-14 que nos guía a continuación hasta la presa del embalse, que cruzamos. Desde aquí hasta Grandas de Salime son 6 kilómetros en subida y prácticamente todos por carretera.

Etapa 6: Pola de Allande - La Mesa

El puerto del Palo es un nombre más que acertado para el duro obstáculo que hay que salvar y que, sin embargo, convierte a la jornada de hoy en una de las etapas más bellas de toda la peregrinación




El ascenso al puerto del Palo, flanqueado por un tupido bosque de hayas y robles y salvando los arroyos del Nisón por puentes de madera, se queda grabado para siempre. Sin duda alguna es el mayor desnivel del Camino Primitivo. Se asciende desde los 524 metros de altura hasta los 1.145 de su cima. Es el recorrido más fatigado y a su vez uno de los más gratificantes de todo el Camino Primitivo. El camino asciende por la vega del río Nisón y nos lleva hasta encontrarnos con el mojón que indica la proximidad del albergue de Peñaseita. El que haya dormido aquí ya habrá evitado esta ligera subida. La senda sigue hasta La Reigada, cruza sus pocas casas y se introduce en el bosque. Este tramo es el más bonito y agreste. Se pasan varios puentes de madera bajo robles y hayas y se continúa ascendiendo hasta pasar los 900 metros de altitud, donde se encuentra la carretera. Un centenar de metros más adelante se coge otro sendero que en línea recta salva el desnivel restante hasta situarse en el alto del puerto.

Tras este espectáculo inicial y un descenso por camino se llega hasta Montefurado. Nombre del pueblo solitario que parece emerger de la montaña y que bien parece el decorado de una película, con sus casas en piedra pizarra. Unas gallinas, un mastín y su dueño son los únicos signos vitales en varios kilómetros a la redonda. Tras deleitarse con sus vistas hay que poner marcha hacia Texu de Lago. Se sortea una valla y entre vacas asturianas se sube hasta una loma. Tras ella aparecen otro par de vallas que hay que volver a pasar para descender hasta la carretera. El camino discurre a la izquierda de ésta y bordea una ladera para entrar en Lago, donde crece un soberbio tejo junto a la iglesia parroquial. El camino asciende hasta la AS-14, y abandona así la población. Desde Lago hasta Berducedo esperan tres kilómetros suaves por un pinar de repoblación y un camino entre prados vallados. Se puede observar al fondo el parque eólico bajo el que pasaremos la noche. Berducedo, anejo del concejo de Allande, es otra alternativa más de final de etapa gracias a su albergue de peregrinos, sito en la antigua escuela rural del pueblo y que funciona desde el 2007. Para llegar hasta La Mesa se abandona la localidad por un fuerte repecho que desemboca en una carretera comarcal que conduce a La Mesa.

Etapa 5: Borres - Pola de Allande

El kilometraje de esta etapa es el más corto desde que salimos de Oviedo.




Son 11 kilómetros y seiscientos metros hasta llegar a Pola aunque el albergue, situado en Peñaseita, se encuentra 3 kilómetros y medio más adelante. Subidas y bajadas jalonan un recorrido que tiene como punto más alto Lavadoira, con 815 metros.

Se sale del albergue y se atraviesa Borres por una serie de cuestas hasta dar a mano izquierda con un sendero que transita paralelo a un bosque de pinos. Antes de entrar en Samblismo un mojón nos muestra la dirección de la otra variante de esta etapa, la ruta montañosa que asciende hasta las ruinas del hospital de Fonfaraón y baja hasta Montefurado. En nuestro caso elegiremos la que va hasta Pola de Allande. Pasada la localidad de La Mortera (Km 3) comienza un verdadero trazado rompepiernas que asciende a Porciles (770 metros) para volver a descender, cruzando por puente el río Porciles, y ascender por camino y carretera hacia el alto de Lavadoira (815 metros). Desde aquí, pasando por Ferroy, todo descenso hasta Pola de Allande.

Etapa 4: Tineo - Borres

En Tineo dan comienzo una sucesión de etapas más abruptas, donde el paisaje sigue siendo encomiable y los grandes valles dejan paso a un terreno de bosques y montañas




Tineo se abandona por la calle de la Fuente, tras la cual viene una pista asfaltada que dejaremos por un camino que sale a la izquierda. Cinco kilómetros en ascenso conducen hasta el primer punto destacado de la jornada: el alto de Piedratecha. Tras coronar se desciende hasta la carretera AS-218 y quinientos metros más adelante se deja el asfalto para tomar un precioso sendero que nace a mano izquierda. Baja directamente al Monasterio de Obona, del siglo XIII y visiblemente abandonado. Se recomienda caminar unos cientos de metros extra y visitarlo, sólo por pasear entre la maleza que crece en el antiguo claustro ya merece la pena.

Desde el monasterio hay que volver hacia atrás y retomar la senda que continúa entre el bosque hasta Villaluz. Desde esta población, la carretera TI-3 nos llevará por Vega del Rey y Berrugoso a Campiello. Aquí se encuentra Casa Herminia, un ultramarinos donde se puede comer y comprar cualquier vitualla. Para llegar a Borres, pequeña aldea con albergue de peregrinos, hay que rodar por carretera y pasar por El Fresno y El Espín.

lunes, 12 de abril de 2010

Etapa 3: Salas - Tineo

Desde el refugio orográfico de Salas se asciende hasta la pequeña aldea de Porciles para afrontar una planicie, víctima de los rigores del clima, que transita por las poblaciones de Bodenaya y La Espina y entra en el concejo de Tineo por La Pereda y El Pedregal.



La etapa comienza bajo el arco que une el palacio de Valdés Salas con la torre medieval. Tras salir de la población nos recibe un camino en suave ascenso que apenas castiga, gracias al bosque de robles y castaños que nos rodea y el discurrir del río Nonaya bajo el sendero. Un fuerte repecho final nos planta en la N-634, plagada de camiones. Después de transitar cerca de un kilómetro por su tedioso asfalto, la señalización nos interna por un camino que sube hasta las casas de Porciles.

Por el conocido Camín de Misa y después de cruzar la nacional se entra en Bodenaya. Algo más de kilómetro y medio la separan de La Espina, población donde se despide la N-634, que se dirige hacia el Cantábrico. El trazado del Primitivo sigue de frente en dirección a Tineo y por un camino paralelo a la AS-216 se llega a La Pereda. La rehabilitación del Camino por parte de las asociaciones de amigos locales se hace patente en esta localidad, donde se encuentran la ermita del Cristo de los Afligidos y la fuente del Reconco.

Se deja la población tras una serie de repechos y se continúa por un sendero desde el que puede divisarse el valle. Se llega así al Pedregal, que se cruza por la carretera, - en la medida de lo posible se hacen muchos esfuerzos por evitar el asfalto. A la salida del Pedregal se retoma de nuevo una senda en ascenso que se torna en llano y ligero descenso durante los siguientes cinco kilómetros. Tras ellos se llega al campo de fútbol y al barrio de San Roque de Tineo, final de etapa. Para llegar hasta el albergue no es necesario bajar hasta el centro de la población sino que pasada la ermita de San Roque existe un desvío que lleva hasta el albergue Mater Christi.

Etapa 2: Grado - Salas

El segundo día, el que haya dormido en Grado, comenzará la jornada con un buen repecho hasta San Juan de Villapañada y el alto del Fresno. El trazado continúa hasta Cornellana, bañada por el salmonero río Narcea, y se dirige a su destino pasando por Llamas, Quintana y Casazorrina



Aquellos que hayan dormido en Grado deberán subir hasta San Juan de Villapañada, aldea a la que no es necesario entrar, y continuar por un fuerte repecho de asfalto hasta el alto del Fresno. Aquí se encuentra el Santuario de la Virgen del Fresno, al que se acude en romería cada 28 de septiembre. Una parada para recuperar el aliento está más que justificada.

El trayecto desciende por un camino, que abarca una impecable panorámica del valle y donde destaca en primer plano San Marcelo, localidad de unos 30 habitantes que pertenece al concejo de Salas. Los hórreos y paneras abundan, aunque muchos de ellos ya no se utilizan como almacén de maíz. Son los efectos del despoblamiento rural. Se deja San Marcelo por carretera y pronto se toma un camino a la izquierda que, paralelo a un riachuelo, nos introduce en La Reaz y sigue hasta La Doriga. En este pueblo se puede admirar la iglesia románica de Santa Eulalia y un palacio del siglo XIV. Una senda de tierra y piedras entre musgos y enredaderas sale a la carretera en La Ponte, antesala de Cornellana, población a la que se accede un kilómetro más adelante tras cruzar el puente sobre el salmonero río Narcea. El albergue está situado en las dependencias del monasterio de San Salvador, construcción que se remonta a la primera mitad del siglo XI.

El camino asciende y bordea el alto de Santa Eufemia, donde se obtiene una magnífica vista de Cornellana. Un sendero por bosque, donde no es extraño el encuentro fugaz con algún corzo, conduce a Llamas. Desde esta aldea se avanza por terreno llano y recto dejando a la derecha Quintana. Más adelante, la Asociación Salas en el Camino ha construido un cobijo con un par de bancos en el paraje de Fuente Caliente. Aquí termina la monotonía porque a mano izquierda surge una senda que asciende y desciende para buscar el cauce del río Nonaya, que se salva por un puente para entrar en Casazorrina. El siguiente hito es Mallecín y tras cruzar la carretera un camino nos lleva hasta Salas, fin de la segunda etapa.

Etapa 1: Oviedo - Grado

Desde la capital de Asturias hasta la fértil vega de Grado enlaza un recorrido con un perfil más bien homogéneo, sólo incomodado por la subida al Escamplero



Siguiendo los pasos que marcó Alfonso II el Casto en su camino hacia la tumba del Apóstol Santiago, se inicia la peregrinación desde la catedral de San Salvador, y tras abandonar Oviedo gracias a la estela de las conchas de bronce pegadas al suelo, el Camino pasa junto a San Lázaro de Paniceres, Llampaxuga -con su ermita de origen medieval- Loriana y Bolguina. El tránsito del núcleo urbano al rural es radical, y ya desde San Lázaro se discurre entre prados verdes y vacas lecheras. El primer hito histórico llega al cruzar el Puente de Gallegos sobre el río Nora, del siglo XIII. Se entra así en el concejo de Las Regueras y, primero por carretera y luego por un bosque de castaños y robles conocido como el Castañéu del Soldáu, se sube hasta Escamplero, donde antiguamente hubo un hospital de peregrinos y hoy en día se encuentra el primer albergue del Camino Primitivo.

Sobrepasados los nueve kilómetros de la etapa, el itinerario desciende hacia Valsera e inicia un ascenso por asfalto hasta Premoño. En esta población, a mano izquierda, se encuentra la Capilla de Santa Ana, única huella visible del antiguo hospital de peregrinos. Paladín y Puerma serán las siguientes localidades de paso y el concejo de Las Regueras da paso al de Grado. Ya se puede contemplar el cauce del río Nalón, el más largo y caudaloso de Asturias que en 1586 arrasó con sus aguas el puente de Peñaflor. Se cruza para llegar hasta la nacional 634 y continuar por ella hasta la población del mismo nombre. Pasados más de dos kilómetros se entra en Grado por el barrio de San Pelayo y por el puente sobre el Cubia.

Camino Primitivo

El Camino Primitivo es ese idóneo punto de partida para descubrir la senda del primer Camino conocido, la que tomó Alfonso II el Casto, en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago.

nternarse por las sendas de un Camino de Santiago que no sea el tradicional francés siempre crea dudas al peregrino, más si cabe si se es novel y nunca se ha realizado ninguno. El itinerario que parte de Roncesvalles siempre ha sido y será el más mimado y el más cómodo desde el punto de vista de la infraestructura y servicios. Sin embargo, quizás haya perdido gran parte de su encanto debido a la rehabilitación de su entorno y a su masificación, sobre todo en los meses estivales y años jacobeos. Hay muchas más alternativas históricas para llegar a Santiago que nos permitirán admirar rincones de la orografía española. El Camino primitivo es ese idóneo punto de partida para descubrir la senda del primer Camino conocido, la que tomó Alfonso II el Casto, en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago. El itinerario actual reproduce fielmente al original, partiendo desde Oviedo y atravesando Asturias por todo los concejos de su occidente: Las Regueras, Grado, Salas, Tineo, Pola de Allande y Grandas de Salime. A partir de éste último los pasos entran en Lugo por el Puerto del Acebo y enlazan con el Camino francés en Palas de Rei, donde tan sólo quedan dos jornadas para llegar hasta la Plaza del Obradoiro.

El Principado de Asturias ha invertido muchos recursos en los últimos años para acondicionar la ruta primitiva. La señalización es literalmente perfecta y en ningún momento asaltan las dudas sobre qué camino tomar. Las zonas más boscosas y difíciles del recorrido son perfectamente transitables por unos caminos que se han limpiado y que el paso del ganado se encarga día a día de marcar. Además, evita casi siempre el monótono asfalto y le confiere un carácter especial. Prueba de este esfuerzo es el número de personas que optan por realizarlo y que año tras año van en aumento. El único inconveniente para el peregrino es el barro, que en los meses invernales y a comienzo de la primavera inunda partes del recorrido debido a la gran cantidad de precipitaciones que sufre Asturias. Es el precio a pagar por sus valles siempre verdes.


Información sobre las 11 etapas del Camino Primitivo

Etapa nº1- Oviedo - Grado 21,1 Km
Etapa nº2- Grado - Salas 20,9 Km
Etapa nº3- Salas - Tineo 19,1 Km
Etapa nº4- Tineo - Borres 15,2 Km
Etapa nº5- Borres - Pola de Allande 11,6 Km
Etapa nº6- Pola de Allande - La Mesa 20,9 Km
Etapa nº7- La Mesa - Grandas de Salime 15,7 Km
Etapa nº8- Grandas de Salime - Fonsagrada 26,8 Km
Etapa nº9- Fonsagrada - Cádavo Baleira 27,9 Km
Etapa nº10- Cádavo Baleira - Lugo 31,5 Km
Etapa nº11- Lugo - Palas de Rei 35,8 Km

Etapa 6: Monreal - Puente la Reina-Gares

Larga y dura etapa que, bajo la silueta cónica de la Higa de Monreal, inicia su recorrido por el valle del río Elorz. Una a una, las poblaciones de Yárnoz, Otano, Ezperun y Guerendiáin, van aguardando el paso de los peregrinos que avanzan por las onduladas sendas de la sierra de Alaiz. Después, Tiebas, y Muruarte de Reta ofrecen un merecido descanso antes de llegar a Valdizarbe, comarca que se presenta en Olcoz y baja hasta Enériz y la simbólica ermita de Eunate. En la plaza de Obanos, el Camino Aragonés finaliza y se funde con el Camino Francés para continuar juntos el periplo hasta Santiago de Compostela. Aunque hoy parada y fonda en Puente la Reina, faltaría más.



Desde el albergue de Monreal, salimos de frente por el callejón y, pasada la iglesia, giramos a la izquierda por la calle del Burgo para salir de la población. Una vez en campo abierto avanzamos recto. La autovía A-21 queda a nuestra derecha y los campos de cereal, el bosque galería del río Elorz y la Higa, a 1288 metros de altitud, a nuestra izquierda. El camino va buscando la fértil ribera del río y, tras acompañar su cauce durante un kilómetro, lo cruza y se desvía hacia la izquierda por una pista (Km 2,2). Pronto deja de ser pista y se convierte en un camino que se agarra a las laderas de la sierra de Alaiz. La senda nos conduce junto a Yárnoz, población que aún conserva una torre medieval de los siglos XIV o XV (Km 4,3).

El último kilómetro recorrido es un anticipo de lo que viene a continuación. La senda se acopla como puede a la cambiante orografía de la sierra y alterna pequeños tramos de subida con otros de bajada. También, tan pronto se abre al valle como penetra en el bosque mediterráneo. Así pasamos junto a Otano (Km 5,8) y al despoblado de Ezperun (Km 7,5), donde lo único visible es la explotación de una cantera y el canal de Navarra, una infraestructura hidráulica que distribuye por Navarra el agua regulada del embalse de Itoiz. En fuerte repecho, seguimos por una pista asfaltada que pasa bajo la cantera y descendemos por un bonito camino resguardado que nos lleva hasta la entrada de Guerendiáin (Km 9,4). Al dejar esta localidad, de monumentales casas engalanadas con geranios y decorada con múltiples referencias jacobeas, decimos adiós al valle de Elorz.

Un largo tramo rompe piernas y técnico, sobretodo con barro, nos conduce hasta Tiebas y su castillo derruido siglo XIII (Km 13,2). Atravesamos la localidad, dejando a un lado la iglesia de Santa Eufemia, y pasado el campo de fútbol cogemos un camino que circula paralelo a la valla que delimita la autopista AP-15. Al llegar a una rotonda de enlace se cruza un túnel bajo la autopista para sortear después la carretera N-121. Más adelante, por otro pequeño túnel, esta vez bajo las vías del tren, llegamos a Muruarte de Reta (Km 17,3). Atentos a la señalización, porque antes de llegar a las primeras casas hay que desviarse hacia la izquierda por la pista asfaltada. Siguiendo esta carretera local llegamos a Olcoz y con ello a la comarca de Valdizarbe (18,6). A la entrada de la población continuamos por la derecha para, en breve, tomar un camino que desciende por una loma y desde el que se obtienen unas buenas vistas de la comarca y el canal de Navarra. Por un pequeño tramo asfaltado y una pista posterior nos presentamos en Enériz (23,2), buen sitio también para complacer a una garganta reseca y un estómago vacío.

Se continúa por pista hasta que un mojón nos obliga a desviarnos a mano derecha entre los arbustos. Una buena estratagema para avivar el suspense, ya que tras la galería se descubre la silueta de Santa María de Eunate. Ermita románica, de planta octogonal y rodeada por una arquería, cuya originalidad le ha valido buena fama en el Camino de Santiago (Km 26). A un kilómetro de Eunate cruzamos la carretera para subir hasta Obanos. En la plaza de los Fueros de esta localidad, junto a la iglesia de San Juan Bautista, nuestro itinerario se funde con el de los peregrinos que salieron, en su gran mayoría, de San Jean Pied de Port o Roncesvalles (Km 28,3). Seguramente, tras una hilera de peregrinos mochila más numerosa que de costumbre, salimos de Obanos y bajamos hasta la carretera, que cruzamos para tomar un camino paralelo al río Robo. En breve llegamos hasta el arcén de la N-111 y a la entrada de Puente la Reina, localidad de gran tradición hospitalera. En el centro de Puente la Reina se cubren los 31,1 km de esta dura etapa.

Etapa 5: Sangüesa - Monreal

Junto a la iglesia de Santa María, testigo mudo del paso de millones de peregrinos a lo largo de la historia, se cruza por última vez el río Aragón para subir a Rocaforte. Entonces, pistas y sendas dibujadas entre las sierras de Aibar y Salajones toman la iniciativa para coronar el primer alto. Tras un breve respiro, se acomete la segunda subida y se desciende hasta el valle de Ibargoiti, cortado por pistas agrícolas que enlazan las poblaciones de Izco, Abínzano y Salinas de Ibargoiti, prólogo de Monreal.



Avanzando en línea recta por las calles Enrique de Labrit y Alfonso el Batallador giramos a mano izquierda para tomar la calle Mayor. Tras pasar la portada de Santa María la Real tenemos el último encuentro con el Aragón, río que cruzamos por un puente de finales del XIX que acabó con la estructura del puente románico del siglo XI. A la salida seguimos por la derecha y recorremos unos seiscientos metros por la carretera. Justo hasta el desvío a mano izquierda que se dirige a Rocaforte. Lo tomamos para coger en breve un camino que nace junto al arcén derecho y que sube por la colina donde se asienta Rocaforte (Km 2,5).

A la entrada de la localidad, una placa jacobea señala las opciones hacia Rocaforte y hacia el Alto de Aibar. Escogemos esta última y continuamos por la derecha para coger una pista que pasa junto a la fuente de San Francisco, donde también se ha habilitado una zona de recreo con merendero y varias barbacoas (Km 3). La pista se abre paso por un terreno abierto, sembrado de campos de cereal, vides y olivos dispersos y bajo el parque eólico de la sierra de Salajones. Sin fuertes repechos, pero en continuo ascenso, se avanza durante seis kilómetros hasta el alto de Aibar, que coronamos tras pasar un túnel (Km 9).

Una senda trazada sobre la carretera y con vistas al pueblo de Lumbier nos lleva a bajar rápidamente por la ladera de la montaña. Continúa guiándonos entre un pequeño pinar, a cuya salida abrimos una puerta provista de muelle para entrar en una pista. Más adelante, pasado un paso canadiense en la zona del barranco Basobar, la pista curvea y ¡ojo!, porque hay que abandonarla por un portillo de madera que se encuentra a nuestra izquierda (Km 12). Por otra pista forestal, con la referencia cercana de una línea de aerogeneradores en la cresta de la sierra, vamos superando el desnivel. Un kilómetro después de una nave ganadera alcanzamos un alto de la sierra de Izco y los 770 metros de altitud, la cota más alta de la etapa (Km 15,9).

Por un pequeño bosque de coníferas bajamos hasta una pista agrícola que conduce a Izco, entrando así en el valle de Ibargoiti. A las puertas de Izco nos recibe un crucero moderno y un panel informativo del valle y sus poblaciones. La señalización lleva hasta la plaza, donde se encuentra el frontón y el albergue de peregrinos (Km 17,8). A la salida del pueblo proseguimos por otra pista parcelaria recta y con varias ondulaciones que llega hasta Abínzano, segundo núcleo habitado del valle (Km 19,8). Tras Abínzano, más de lo mismo. Se avanza por la monótona pista durante otra hora más hasta las afueras de Salinas de Ibargoiti. Sin entrar en esta población, cruzamos un puente sobre el río Elorz (Km 24,3) y giramos a la izquierda para continuar brevemente junto al río. Por un reconfortante y último tramo bajo un robledal tupido de arbustos de boj nos presentamos en Monreal. Cruzado su puente medieval sobre el Elorz se continúa de frente por la calle Santa Bárbara para girar a la izquierda y subir las escaleras que acaban junto a la puerta del albergue (Km 27,2).

Etapa 4: Ruesta - Sangüesa

A la salida, una súbita bajada lleva a cruzar el río Regal para tomar una pista forestal que sube por el monte Fenerol. El esfuerzo es recompensado con unas magníficas vistas del pantano de Yesa, el despoblado de Tiermas y la sierra de Leyre. Una vez arriba, el Camino se deja caer cómodamente hasta Undués de Lerda. Después, sendas y aburridas pistas de concentración se abren paso hasta Sangüesa, último reencuentro con el río Aragón.



Sobre el abultado empedrado de las calles de Ruesta y echando la vista atrás para contemplar una última panorámica de un pueblo del pasado reciente, colonizado por la masa arbórea y que se niega a sucumbir a la ruina y al despoblamiento total, descendemos hasta una pasarela apoyada en pilares de piedra que permite salvar el río Regal, cuyo cauce baja a morir al pantano. Pasado el camping llegamos junto a la ermita de Santiago, templo románico abandonado a su suerte. Al paso por la ermita le coge el testigo una pista forestal que se encargará de guiar nuestros pasos en la subida por el monte Fenerol. No hay pérdida. Sólo hay que prestar atención a un desvío de noventa grados hacia la izquierda que puede pasar desapercibido (Km 2,7).

Tomado el desvío, el desnivel se endurece y según vamos ganando altura el bosque queda a nuestros pies y permite deleitarse con una bonita panorámica del pantano de Yesa, el despoblado de Tiermas - que al igual que Ruesta fue abandonado forzosamente por sus vecinos cuando construyeron el embalse - y la barrera rocosa de la sierra de Leyre. Alcanzando el alto (Km 6,4) comenzamos a descender sin prisas y por un terreno abierto donde se entremezcla una vegetación rasa de media montaña con las siembras de cereal. Undúes de Lerda dista cinco kilómetros. Cuando por fin se observa su estampa medieval de tonos terrizos se aviva sin querer el paso y tras un tramo de calzada romana se nos exige un peaje en forma de esforzado repecho para entrar en este pueblo zaragozano (Km 11,3).

El segundo tramo de la etapa presenta un terreno más favorable. Nos alejamos de Undués por un sendero que se abre paso entre el matorral y que desciende por la cresta de la montaña hasta el llano. Un panel informativo nos da la bienvenida a Navarra, Aragón llega a su fin y, según los datos del GPS, ya hemos avanzado 98,8 kilómetros desde Somport. (Km 14,6). Más adelante entramos en una aburrida pista de concentración que nos acompaña durante cerca de una hora y que, con muchas ganas, dejamos por la izquierda. Tras un leve cambio de dirección salimos a una pista asfaltada que atraviesa una zona conocida como Llano del Real, salpicada de fincas rústicas. Pasado bajo el puente de la variante entramos en Sangüesa. Dejamos a mano izquierda la plaza de toros y rectos, por la calle Magdalena, llegamos a la rotonda donde está expuesto el portal de Carajeas, una de las puertas de la muralla del siglo XIII. Seguimos de frente para entrar en la calle Enrique de Labrit, donde se encuentra el albergue (Km 21,8).

Etapa 3: Arrés - Ruesta

De las frondosas laderas del monte Samitier se desciende a un mar de cereal surcado por pistas agrícolas y que convive junto a un paisaje de badlands y barrancos formados por la erosión del agua. El itinerario descarta el paso por la localidad de Martes y, ya en la provincia de Zaragoza, hace lo propio con Mianos para dirigirse a Artieda. Desde aquí, por una pista agrícola, carretera y una senda sombría a orillas del embalse de Yesa se accede a Ruesta.



Con las primeras luces del día nos despedimos de Arrés por una senda pedregosa rodeada de boj que desciende hasta una pista. En los primeros compases de la etapa nos obliga a dar un rodeo para evitar pisar los campos de cereal y terminamos girando noventa grados a la izquierda para recuperar el rumbo oeste. Unos veinte minutos después nos encontramos a pie de pista con un complejo agropecuario y de turismo rural conocido por la Pardina del Solano (Km 3,7). Seguimos recto y, kilómetro y medio más adelante, dejamos a mano izquierda un desvío que lleva al pueblo de Martes. Continuamos por la pista y fijando la vista en las curiosas estructuras geológicas, conocidas como badlands, que afloran a los lados del camino. Dejamos la pista de concentración al cruzar la carretera que se dirige a Martes (Km 7) y giramos a la izquierda para ganar una pequeña loma junto a una nave agrícola. Un desvío a mano derecha nos planta de nuevo en otra pista de concentración por la que seguimos avanzando.

Traspasado el límite entre las provincias de Huesca y la entrante Zaragoza, accedemos al barranco de Sobresechos para vadear su cauce que, salvo en época de fuertes lluvias, no debe suponer ningún problema (Km 10,3). Cruzado este barranco nos encontramos pronto con otro curso de agua que baja por el barranco Calcones. Una vez superado afrontamos una corta subida y ya por terreno favorable enlazamos con una pista asfaltada. Ésta conduce a Mianos, el primer pueblo que se divisa. Más adelante acabamos dejando la brea y, sin seguir hacia Mianos, cogemos un camino a mano derecha en dirección a Artieda (Km 13,4). Un incómodo tramo de sube y baja llega hasta la carretera que conduce inmediatamente hasta los pies de Artieda. El que decida terminar aquí la etapa debe subir hasta el centro del pueblo, donde se encuentra el albergue (Km 17,6). Para continuar hacia Ruesta no es necesario subir a Artieda, aunque merece la pena el esfuerzo para tomarse un respiro y reponer fuerzas. Ya no encontraremos más localidades en los once kilómetros que restan de etapa.

Habiendo subido o no, junto al desvío de Artieda cogemos una pista a mano derecha que pasados trescientos metros gira a la izquierda. Nos lleva hasta la A-1601 (Km 20,4), carretera que tomamos hacia la izquierda y que nos acompañará durante cuatro kilómetros. Pasado el punto kilométrico número 6 salimos de la carretera por la izquierda para tomar una senda que sube hasta un campo de cereal. (Km 24,4). Continuando por ella bordeamos el terreno y cruzamos la carretera para internarnos por un robledal que nos regala, por fin, un poco de sombra. En algunos puntos, entre el verde matorral se puede distinguir el azul del embalse de Yesa. Sin referencias, el final parece no llegar nunca. Al salir a un claro, dejamos a mano derecha la ermita románica de San Juan, en ruinas y cubierta por una estructura metálica. Un esfuerzo más y subimos hasta la carretera para entrar en Ruesta. (Km 28,7).

Etapa 2: Jaca - Arrés

Recuperada la dirección natural hacia poniente, se abandona Jaca bajo la atenta mirada de la peña Oroel y se continúa por una cabañera aprisionada entre la N-240 y el río Aragón. Vadeado el barranco de Atarés, el Camino de Santiago lleva a un mirador sobre la Canal de Berdún y desciende hasta Santa Cilia. Alguna cabañera más y el arcén de la nacional conducen a Puente la Reina de Jaca, localidad que se deja a mano derecha para acometer una esforzada subida por las faldas del monte Samitier y alcanzar Arrés.



Gracias a las conchas de bronce, estratégicamente colocadas sobre el pavimento, logramos avanzar por el entramado de calles del centro de Jaca. El recorrido permite ver la gótica torre del Reloj y la iglesia de Santiago. Junto a ella podemos girar a mano derecha por la calle del Coso y más adelante a la izquierda por la Bajada de Baños. Llegamos así a la rotonda donde se encuentra la gasolinera para tomar la N-240 en dirección a Pamplona. En breve, junto al cuartel militar, dejamos la nacional por nuestra izquierda y continuamos por una urbanización y un pequeño polígono hasta las afueras de Jaca. Llegamos así a los pies de la ermita de la Victoria, símbolo de la victoria sobre los musulmanes a la que acuden en romería los jaqueses el primer viernes de mayo. (Km 2,8).

En este punto cruzamos la N-240 y tomamos en breve una cabañera (cañada de ganado) que surge junto al arcén derecho y que transita sobre el bosque de ribera del río Aragón. Pasados veinte minutos se sale de nuevo a la nacional a la altura de la Botiguera para cruzar el río Gas (Km 5,2) y llegar junto a la caseta del Municionero. Un poste de madera del GR 65.3.2 indica el desvío hacia Atarés y San Juan de la Peña (ver apartado observaciones), pero nosotros continuamos de frente en dirección Santa Cilia por el GR 65.3. Enseguida, antes del punto kilométrico 288 de la N-240, se cruza la carretera y se deja por la derecha. Más adelante se vuelve a cruzar para coger un camino que llega hasta el barranco de Atarés, que normalmente trae agua y hay que vadear. (Km 7,7).

Una vez superado se sale a la carretera que sube hasta Atarés y, atención, la tomamos hacia la derecha. Nos conduce a un camino que iniciamos llaneando para derivar en un tramo con un perfil más acusado que alcanza el mirador de la Canal de Berdún, una pequeña atalaya sobre esta vasta depresión orográfica cubierta de cereal y surcada por el río Aragón y la franja gris de la N-240 (Km 11,3). Descendemos bruscamente y pasamos detrás del hotel Aragón y la histórica venta de Esculabolsas, antigua posada de caminantes y mercaderes. Tras salvar un regato de agua andamos unos metros campo a través y cruzamos la carretera A-1603 que sube a Santa Cruz de la Serós y San Juan de la Peña. Acto seguido continuamos recto por una cabañera que nos lleva hasta Santa Cilia de Jaca, localidad a la que entramos tras cruzar la carretera. El itinerario urbano nos lleva hasta el mismo núcleo histórico (Km 15,3).

Dejamos Santa Cilia por una cabañera y algunas rodadas pegadas a la nacional tras las que logramos restar dos kilómetros y medio más al total de la etapa. Llegando al punto kilométrico 300, cruzamos la N-240 y dejamos el camping Pirineos a mano derecha (Km 18,7). Pegados al arcén izquierdo recorremos dos kilómetros, hasta el punto kilométrico 302, y cruzamos la nacional para internarnos por una senda sombría que baja hasta la margen del río, donde cientos de peregrinos han aprovechado los cantos rodados para formar con ellos estructuras verticales semejantes a chimeneas. El conjunto de todas ellas forma un paisaje asombroso. En trescientos metros llegamos hasta el puente de piedra sobre el Aragón de Puente la Reina de Jaca (Km 21,4). Sin cruzarlo, dejamos esta localidad de servicios a mano derecha y continuamos rectos por una carretera local en dirección a Arrés, dejando a la izquierda la carretera A-132 que se dirige a Huesca. Más adelante, un poste de madera balizado con la indicación ?PR-HU 23. Arrés 3 Km? nos invita a tomar un sendero que asciende por la falda del monte Samitier. Después de un primer kilómetro con fuerte desnivel, la dureza va remitiendo para finalmente alcanzar los 700 metros de altitud en Arrés, fin de etapa. (Km 25).

Etapa 1: Somport - Jaca

A 1.630 metros de altitud, en pleno Pirineo oscense, el alto de Somport es el lugar soñado para iniciar una peregrinación a Santiago de Compostela. Por delante, 161 kilómetros y seis jornadas hasta llegar a Obanos, localidad en la que esta ruta confluye con el Camino Francés que parte de Roncesavalles. Rumbo norte-sur y guiado siempre por la brecha del río Aragón, el trazado de la etapa de hoy desciende el fresco valle en busca de la meseta jaquesa.



Tras salir del refugio, nuestros primeros pasos no tienen pérdida, hay una señal de madera con la indicación "GR 65.3 Canfranc Estación" y un mojón jacobeo labrado con las distancias a Santiago de Compostela (858 Km) y Undúes de Lerda, última población aragonesa (87 Km). Bajamos las escaleras que se encuentran junto al mojón para seguir descendiendo junto a la margen derecha de un joven río Aragón. Apenas recorridos 800 metros rodeamos la planta excavada del hospital de Santa Cristina, reconocido albergue fundado en la Baja Edad Media. Tras dejar la estación invernal de Candanchú a mano derecha, cruzamos la N-330, salvamos el pequeño desnivel gracias a unas escaleras y retomamos la marcha valle abajo. La presencia de algunos búnker de hormigón y el desafiante panorama de nuestra derecha, con alturas pirenaicas que se alzan sobre el campamento de Rioseta, facilitan la travesía hasta toparnos con la chimenea de la fundería del Anglasé, una torre de sillería que representa el único testigo de una antigua mina de cobre y hierro. (Km 3,2).

Después de un breve encuentro con el bosque salimos a una pista y giramos a la izquierda para salvar el cauce del río procedente de la Canal Roya. Acto seguido, abrimos un portillo de madera y retomamos la senda. Un kilómetro más abajo, un puente de madera permite cruzar las aguas del barranco de Izas, que también se desploman hacia el río Aragón. Continuamos bajando por un estrecho sendero comido por la exuberante vegetación y a espaldas del Coll de Ladrones, dos fuertes defensivos de 1758 y 1900 mimetizados sobre el peñasco. El aroma de un horno de pan abre el apetito llegando al arcén de la N-330, carretera que seguimos para entrar en Canfranc Estación. (Km 6,8).

Una acera pavimentada permite abandonar la población junto al río pero, tras las últimas casas, se vuelve al arcén de la carretera para cruzar un túnel. A la salida se gira a la izquierda para tomar unas escaleras que bajan al pie de la presa de Canfranc (Km 8,5). Cruzando el Aragón nos internarnos por una senda que zigzaguea sobre el cortado formado por la erosiva acción del río. Desde este mirador puede observarse la torre de Fusileros, fortificación militar del siglo XIX emplazada al borde de la N-330. En algunos tramos el camino se torna sombrío gracias a la cobertura de las hayas y desciende hasta el barranco de Ip, donde saluda una fría cascada. (Km 10). Cruzamos el puente, aún con la compañía del frescor de los helechos y el bosque, para recorrer un kilómetro y presentarnos en Canfranc pueblo. (Km 11,2).

La localidad se cruza por la calle Albareda, que divide el pueblo en dos mitades iguales, y se deja a mano izquierda la iglesia parroquial de la Asunción para cruzar el río Aragón por el puente medieval. Arropados entre la montaña y el río seguimos durante más de dos kilómetros hasta llegar a un paso subterráneo que atraviesa la N-330 y que obliga casi a agacharse. (Km 13,6). Otro tramo de dos kilómetros, con la perspectiva del río bajo nuestros pies, nos lleva a pasar junto a la entrada de la cueva de las Güixas, una gruta de estalactitas y estalagmitas. De inmediato se llega a la entrada de Villanúa, donde surge la primera alternativa de la etapa. La primera opción gira hacia la derecha, cruza el puente sobre el Aragón y continúa hasta la siguiente localidad por una cabañera (cañada para el ganado) paralela a la N-330. La segunda opción, la que sigue la guía, nos lleva hasta el centro de Villanúa. (Km 15,8)

Llegando junto al supermercado torcemos a la izquierda y abandonamos Villanúa tras dejar atrás la iglesia de San Esteban. Nos fiamos de las marcas rojas y blancas del GR, que nos guían durante más de una hora, primero por pista asfaltada y luego por pistas de tierra y piedras, hasta un puente sobre el Aragón (Km 21,4). Lo pasamos para llegar a la N-330, que cruzamos con cuidado para subir hasta Castiello de Jaca (Km 22,6).

Dejando a mano derecha la iglesia de San Miguel, se desciende calle abajo hasta la carretera nacional. La cruzamos para llegar a la zona de servicios del pueblo y de seguido volvemos a salvar por otro puente el río Aragón. Un gratificante paseo por la margen del río nos lleva a vadear por unos pilares de piedra otro cauce, esta vez el del Ijuez (Km 23,8). Solventado este punto conflictivo retomamos la marcha media hora más hasta cruzar la carretera y después continuamos más de dos kilómetros pegados al arcén y por algunas cabañeras paralelas a la N-330. Llegamos así hasta la ermita de la Victoria (Km 28,3) y un puente, tras el que afrontamos el fuerte repecho de la cuesta de la Salud para entrar en Jaca. Rectos, por la avenida de Francia, llegamos hasta la plaza de la Catedral y continuamos por la calles Bellido y Puerta Nueva para girar a la derecha por la calle del Hospital y de nuevo a la derecha por Conde Aznar, donde se encuentra el albergue. (Km 30,5) Fin de etapa.